Montse y Luis, una pareja de Barcelona, llevan años disfrutando de sus vacaciones en La Riguera de Ucieda, su lugar de descanso favorito en Cantabria. Lo que comenzó como una simple escapada en familia, se ha convertido en una tradición anual, donde ellos y sus hijos, Mario y Lucía, han explorado los parajes más emblemáticos y escondidos de esta hermosa región del norte de España. En cada visita, Cantabria les ha regalado nuevas experiencias y aventuras, dejándoles recuerdos inolvidables.
Entre los lugares que más han marcado a la familia está el Parque Natural de la Reserva del Saja, un impresionante espacio natural que les cautivó desde su primera visita. Este vasto parque es conocido por su riqueza en biodiversidad, albergando una amplia variedad de especies animales como ciervos, jabalíes y, en las zonas más remotas, incluso el lobo ibérico. Los densos bosques de hayas y robles son el escenario perfecto para que Mario y Lucía exploren la naturaleza, mientras que Montse y Luis disfrutan de la paz y la serenidad que solo un entorno así puede ofrecer. Para esta familia, las caminatas por los senderos del parque, observando aves y descubriendo huellas de animales, se han convertido en un ritual imprescindible.
Otro de los destinos favoritos de la familia es Bárcena Mayor, un pequeño y encantador pueblo enclavado en el corazón de la Reserva del Saja. Este lugar, con sus calles empedradas y casas de piedra, parece haberse detenido en el tiempo, ofreciendo una visión de cómo era la vida rural hace siglos. Montse y Luis disfrutan paseando por sus tranquilas calles, mientras Mario y Lucía corretean por el puente de piedra que cruza el río Argoza. Cada vez que regresan, se deleitan con la cocina local, en particular el cocido montañés, un plato que ha enamorado a Montse desde su primera visita.
Pero no todo son montañas y bosques. Uno de los rincones más mágicos que la familia ha descubierto es La Fuentona de Ruente, un manantial legendario que, según las historias locales, está protegido por una encantada. Ubicada en el pintoresco pueblo de Ruente, la fuente tiene un aire misterioso que ha fascinado a Mario y Lucía, quienes siempre intentan vislumbrar algún rastro de magia en sus aguas. Para Montse y Luis, La Fuentona es un lugar de calma donde pueden relajarse después de sus excursiones, rodeados de la belleza natural que caracteriza a esta región.
A pocos kilómetros de Ruente se encuentra Cabezón de la Sal, un pueblo conocido no solo por su historia y tradiciones, sino también por su impresionante Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón. Este bosque de gigantescas secuoyas ha sido otro de los lugares que ha dejado una huella profunda en la familia. Pasear entre estos árboles colosales, que parecen tocar el cielo, es una experiencia que les recuerda la majestuosidad de la naturaleza. Cada visita a Cabezón de la Sal está llena de pequeños descubrimientos, desde mercados locales hasta antiguas iglesias que cuentan la historia de la zona.
A lo largo de los años, la familia ha ampliado sus horizontes explorando la costa cántabra. Comillas, con su arquitectura modernista y su ambiente señorial, es uno de los pueblos que más les ha impresionado. Montse, amante del arte, se siente especialmente atraída por El Capricho de Gaudí, una obra del famoso arquitecto catalán que siempre visita cuando están en la zona. Mientras tanto, Luis disfruta del esplendor del Palacio de Sobrellano, mientras los niños se divierten explorando las playas y jugando en la arena.
Más allá de Comillas, el pintoresco pueblo pesquero de San Vicente de la Barquera ha sido testigo de algunas de las excursiones más memorables de la familia. Con su puerto activo y su imponente Puente de la Maza, San Vicente ofrece una mezcla perfecta de historia y belleza natural. Montse y Luis suelen disfrutar de un paseo relajante por la costa, mientras los niños juegan en la playa, siempre rodeados de las espectaculares vistas de las montañas que se alzan en la distancia.
Muy cerca de San Vicente, el Parque Natural de Oyambre se ha convertido en otro de los destinos preferidos de la familia. Este parque, que combina playas salvajes, dunas y verdes praderas, es el lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Mario y Lucía, apasionados de los animales, siempre están atentos para observar las aves que habitan en la zona, mientras Montse y Luis se deleitan con la paz que ofrece este rincón protegido.
Por último, una de las aventuras más emocionantes que han vivido en Cantabria ha sido su visita a Las Cuevas del Soplao, una maravilla subterránea conocida por sus espectaculares formaciones geológicas. Para los niños, la cueva fue como adentrarse en otro mundo, mientras que Montse y Luis quedaron impresionados no solo por la belleza de las estalactitas y estalagmitas, sino también por la rica historia minera que envuelve el lugar.
A lo largo de los años, Cantabria ha ido revelando sus secretos más hermosos a esta familia, y cada nuevo viaje a La Riguera de Ucieda es una oportunidad para redescubrir la magia de la región. Ya sea explorando parques naturales, visitando pueblos llenos de historia o simplemente relajándose en las playas del Cantábrico, Montse, Luis, Mario y Lucía han creado un vínculo profundo con esta tierra, sabiendo que siempre habrá algo nuevo que les espera en su próxima visita.