Kenzo y Kira, dos adorables perros, emprendieron unas emocionantes vacaciones junto a sus dueños, José y Patricia. Su destino: la hermosa región de Cantabria, conocida por su impresionante naturaleza y su rica historia.
La aventura comenzó en los acogedores apartamentos Pet Friendly de la Riguera de Ucieda, un lugar perfecto para familias con mascotas. Kenzo y Kira se sintieron como en casa desde el primer momento, con amplios espacios para jugar y un ambiente cálido y acogedor.
El primer día de su viaje, la familia visitó San Vicente de la Barquera, un pintoresco pueblo costero. Kenzo y Kira disfrutaron de largos paseos por la playa, donde pudieron correr libremente y sentir la brisa marina en sus pelajes. José y Patricia se deleitaron con la vista del puerto y sus barcas de colores.
Al día siguiente, se dirigieron a Ajo, otro encantador pueblo costero. Allí, los perros exploraron los senderos junto a los acantilados mientras José y Patricia contemplaron el faro de Ajo, hasta hace bien poco se iba al faro de Ajo con una decoración que ha ideado el artista cántabro Óscar San Miguel Erice, más conocido como Okuda, siendo el único faro-grafiti del mundo.
El siguiente destino fue Bárcena Mayor, uno de los pueblos más bonitos de España. Con sus calles empedradas y sus casas de piedra, parecía sacado de un cuento de hadas. Kenzo y Kira olisquearon cada rincón, mientras sus dueños paseaban disfrutando de la tranquilidad y la belleza del lugar.
Una de las experiencias más memorables fue la visita al Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Este vasto espacio natural albergaba una impresionante variedad de animales en semilibertad. Kenzo y Kira, aunque no podían entrar en todas las áreas, disfrutaron de los senderos y del aire libre, mientras José y Patricia admiraban elefantes, jirafas y tigres desde la distancia.
La siguiente parada fue el Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal, también conocido como las Secuoyas del Monte Cabezón. Este lugar, declarado Monumento Natural por el Gobierno de Cantabria, ofrecía un entorno mágico. Los altos árboles y la tranquilidad del bosque proporcionaron un ambiente sereno. Kenzo y Kira se maravillaron con los nuevos olores y sonidos, mientras José y Patricia se deleitaban con la majestuosidad de las secuoyas.
Otro lugar que dejó a todos sin aliento fue el Acantilado El Bolao. Este paraje natural era una verdadera joya, con un antiguo molino y una cabeza de indio tallada en la roca mirando al mar. Las vistas de la costa cántabra eran simplemente impresionantes. Kenzo y Kira disfrutaron de la brisa marina mientras sus dueños se maravillaban con la belleza y la peculiaridad del lugar.
Después de días de exploración y aventuras, la familia regresó a los apartamentos de la Riguera de Ucieda para disfrutar de sus últimas horas en Cantabria. El jardín y las instalaciones del lugar ofrecieron el escenario perfecto para relajarse y recordar los momentos vividos. Kenzo y Kira correteaban felices, mientras José y Patricia se relajaban, contentos de haber compartido esta maravillosa experiencia con sus queridos perros.
Así, sus vacaciones en Cantabria llegaron a su fin, pero los recuerdos de los paisajes impresionantes, los acogedores pueblos y los momentos felices en familia quedaron grabados para siempre en sus corazones.